Un shopping de pymes industriales
La textil Sniafa fue una de las principales productoras de hilados sintéticos de la Argentina desde su inauguración en 1948 y llegó a dar trabajo a más de 2.000 personas, hasta que en mayo de 1983 cerró sus puertas.
Desde entonces, el inmenso predio en el sur del conurbano bonaerense quedó abandonado hasta que veintiún años después, el 31 de marzo de 2004, el Municipio y la Unión Industrial de Berazategui consiguieron de manera conjunta habilitar el Parque Industrial Plátanos, con el reciclado de las viejas instalaciones y la construcción de nuevas edificaciones.
Para las autoridades del Parque, su historia «debería inscribirse como ejemplo de la fe y el esfuerzo de hombres y mujeres, tanto del ámbito privado como del público».
Uno de los protagonistas de esta reconversión es Daniel Rosato, presidente del parque y a su
vez titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA) y vicepresidente de la Unión Industrial de Berazategui.
En diálogo con Télam, Rosato contó su experiencia como industrial –dirige una papelera y una metalúrgica- en el paso de sus anteriores ubicaciones en el casco urbano de Bernal y Quilmes al parque industrial que preside, y que en la actualidad cuenta con 53 empresas instaladas.
«El parque fue uno de los primeros de este siglo y el segundo o tercero creado por un decreto específico», recordó, al tiempo que admitió no tener temor en exagerar al decir que en comparación con sus tiempos en la zona urbana «es un paraíso».
Al respecto, resaltó las ventajas de contar con las dos fábricas dentro de un perímetro cerrado desde el punto de vista de la seguridad:
«podemos trabajar con los portones abiertos, sin necesidad de estar cerrándolos permanentemente, como ocurre con muchas empresas ubicadas en medio de una ciudad», comentó.
Asimismo, al tratarse de comunidades que se desempeñan de una manera similar a un consorcio, se dan situaciones de ayuda mutua que difícilmente podrían llevarse a cabo en otras situaciones.
«En muchos casos, las empresas convenimos compras conjuntas de ropa de trabajo o de insumos industriales. Si a una alimenticia, por ejemplo, se le rompe un caño, cuenta con una metalúrgica al lado que lo puede reparar», relató Rosato, para quien el parque «es un shopping de pymes industriales».
La proyección del Parque Industrial Plátanos es la de superar las 2.500 personas empleadas en las empresas radicadas.